Cuarto Poder Zapotlanejo

Colectivos y familias acusan a la UdeG de omisión ante desaparición de estudiantes

Durante una sesión en el Congreso del Estado de Jalisco, familiares de personas desaparecidas y colectivos ciudadanos consideraron que ha habido una falta de acción por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG) ante la desaparición de al menos 27 de sus estudiantes.

Una persona, visiblemente afectada, relató que lleva un año y ocho meses sin noticias de su hijo, que es egresado de la institucion. “¿Y la Universidad de Guadalajara qué está haciendo? ¿Dónde está un representante de la Universidad?”, cuestionando la ausencia de representantes de autoridades universitarias.

“La Casa de Estudios prefiere el silencio antes que manchar su imagen institucional”, expresaron los inconformes, exigiendo una postura clara y activa por parte de la universidad ante la creciente preocupación por la seguridad de su comunidad estudiantil.

Hasta el momento, la Universidad de Guadalajara no ha emitido una respuesta pública a las denuncias presentadas por estos colectivos.

Acusaron que la Universidad de Guadalajara deja a sus estudiantes indefensos ante desapariciones

“La Universidad de Guadalajara (UdeG) se ha convertido en un escenario trágico donde sus estudiantes desaparecen sin que existan garantías reales para su protección ni mecanismos eficaces de respuesta”. Lejos de ser un espacio seguro, la UdeG refleja la vulnerabilidad estructural a la que están expuestos los jóvenes en el estado, consideraron.

Pese a lo anterior, la situación se agravó en el contexto de la apología de la violencia que se hizo en espacios universitarios como el Auditorio Telmex, con la agrupación los Alegres del Barranco que hicieron un homenaje a un líder de una organización criminal.

De acuerdo con datos de la Universidad de Guadalajara, desde 2014 al menos 22 estudiantes de la UdeG han sido reportados como desaparecidos. A esta cifra se suman profesores, egresados y personal administrativo, con un saldo particularmente alarmante: ocho personas han sido localizadas sin vida. Sin embargo, el número podría ser mayor ante la falta de un registro público actualizado y el subregistro que caracteriza estos casos.

El caso más reciente ocurrió en abril de 2025, cuando tres jóvenes estudiantes de preparatoria —Edgar Axel Ríos (15 años), Jesús Bryan Huidor (17 años) y Miguel Alejandro Medina del Castillo (17 años)— desaparecieron en un lapso de una semana. Estos hechos desataron indignación dentro y fuera de la comunidad universitaria, que respondió con manifestaciones y protestas en demanda de respuestas y justicia. Sin embargo, la respuesta institucional ha sido, nuevamente, limitada y poco efectiva, según consideran víctimas de personas que han sido reportadas como desaparecidas.

Un año antes, en abril de 2024, el estudiante de medicina Aldo González Sevilla desapareció tras salir de clases. Su caso provocó una ola de paros en centros universitarios y una exigencia colectiva de mayor seguridad, pero hasta hoy no hay avances significativos en su localización. Los colectivos piden mayor interés en resolver los casos por parte de la institución y que haya protocolos de prevención y atención. Esto lo vienen comentando desde 2024 incluso dentro de la propia universidad.

Aunque la UdeG ha creado instancias como el Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición de Personas y ha impulsado actividades simbólicas como “Mi Carrera Virtual” para visibilizar la problemática, se han dado a conocer pocos resultados frente a la magniutd del problema. No existe un protocolo eficaz de prevención ni un plan de atención inmediata ante la desaparición de estudiantes, según los colectivos, quienes consideran que las medidas implementadas han resultado, en el mejor de los casos, reactivas y simbólicas, pero no estructurales. Ante todo este panorama, piden que se tomen acciones más allá de las calles.

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