Cuarto Poder Zapotlanejo

Zapotlanejenses buscan llegar a EE.UU. a través del asilo político

Especialistas en migración recomiendan evitar caer en el engaño de los “coyotes”; el asilo político es un trámite gratuito.

Por: Ricardo H.G.  

Buscar una mejor calidad de vida, cumplir sueños, alcanzar objetivos personales y financieros y lograr rápidamente ciertas metas, son algunas de las razones por las que una persona decide emigrar a otro país. En ocasiones solos y otras veces acompañados por la familia.

Recientemente, pedir asilo político en Estados Unidos se ha popularizado como una de las opciones para emigrar al vecino país del norte.

Roberto es originario de Zapotlanejo. En su tierra natal se dedicaba al oficio de la construcción, y a finales del 2023 decidió viajar a la frontera con la intención de obtener el asilo y una vez dentro de Estados Unidos ponerse a trabajar. Sin embargo, la travesía resultó un calvario en el que terminó pagando más de lo acordado, no llegó a su destino y estuvo privado de su libertad.

“Un día trabajando unos compañeros platicaron que algunas personas se habían ido a Estados Unidos por medio del asilo político. Al preguntar ¿cómo está eso?, comentaron que había contactos, pero cobraban 40 mil pesos […] pasados los meses, un día estando trabajando un compa me dijo: –Yo tengo un amigo que va a ir con asilo migratorio si quieres le pido el número de la persona que le está arreglando – y acepté. Contacté a la persona y al preguntarle el precio me dijo que eran 46 mil pesos, pero yo debería pagar el vuelo de Guadalajara a Hermosillo, el autobús de Hermosillo a Nogales y después de ahí todo correría por su cuenta”.

Explicó que, al día siguiente de aceptar viajar, acudieron a realizar el pago mediante transferencia en una tienda OXXO, liquidó los 46 mil, más cinco mil del vuelo para un total de 51 mil pesos. Para ello, tuvo que solicitar un préstamo.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Estados Unidos define al asilo como “una forma de protección que le permite a un individuo permanecer en los Estados Unidos en lugar de ser expulsado (deportado) a un país donde teme ser perseguido o lastimado. Según la ley de EE.UU. las personas que huyen de sus países porque temen a la persecución pueden solicitar asilo”.

A Roberto le dijeron que para obtener el asilo únicamente debía llegar al muro, caminar por una carretera y esperar a que los agentes de migración lo detuvieran. Sin embargo, eso no ocurrió, y continuó su trayecto durante tres horas hasta llegar a un poblado, entró a un hotel donde pagó 200 dólares; una vez hospedado se comunicó con las personas que supuestamente lo estaban ayudando a cruzar y le explicaron que ya no podrían obtener asilo, sino que su estatus ahora era de “ilegal”, ya que la idea era que los detuvieran en la línea y no dentro de territorio estadounidense.

“Pregunté: ¿qué hago?, me dieron la opción de pagar un coyote para que me ayudara a cruzar la siguiente garita, y me costó tres mil 500 dólares, le hablé a mi esposa para que depositara”, relató Roberto, quien continuó el viaje con el coyote.

“Me llevaron a una bodega donde pude asearme y cambiarme de ropa, y nos dijeron que en cuanto pagaran el dinero nos dejarían libres o si queríamos ir a un lugar específico nos cobraban 800 dólares más”.

Demoró una semana en llegar a su destino, recorriendo a bordo de una camioneta ciudades en Nevada, Washington, Idaho.

En mayo de 2023, el gobierno estadounidense decretó el fin del Título 42, cuyo propósito era prohibir la entrada al país, de personas que representaran un riesgo para la salud. Este reglamento surgió a la par de la pandemia, por lo que su objetivo era prevenir la propagación del COVID-19 en Estados Unidos.

La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) comenzó a expulsar, en lugar de confinar, a las personas (sospechosas). En este contexto, y con la derogación del Título 42, la migración se intensificó.

Carlos, es otro ciudadano zapotlanejense que busca emigrar a EE.UU. bajo el mismo concepto Texto: Ricardo Hernández García de “asilo político”. A diferencia de su compatriota Roberto, él tramitó la solicitud vía internet.

“Me enteré de la solicitud mediante un pariente que radica en EE.UU […] no he gastado nada pues es un trámite gratuito, únicamente es esperar a que tu solicitud sea aprobada”, mencionó.

La cita puede realizarse a través de un dispositivo móvil luego de descargar la aplicación CBP One; se deben registrar a todas las personas que viajen juntas, marcar la misma dirección en los EE.UU. y tener la misma dirección en el país de origen; en la app selecciona viajeros registrados para citas (debes estar en el centro o norte de México para pedir una cita). Usar el registro completo y preciso cuando se solicite; solo se puede enviar un registro que lo incluya a usted y a los miembros de la familia; para evitar errores se recomienda eliminar los registros incompletos o inexactos que ya no usará; aceptar y programar la cita.

La agencia de noticias AFP ha documentado varios casos de migrantes que sufren por la deficiencia de la aplicación CBP One, por lo que “el registro no es fácil y tampoco garantiza el ingreso a EU”.

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