Por: Ricardo H.G.

El artista zapotlanejense, Juan Manuel Ramírez Almaraz presentó la exposición ACTITUD, en la que muestra parte del trabajo que ha realizado a lo largo de su vida; Juan Manuel se dedica a la venta de tacos, pero ha sabido administrar el tiempo para continuar con eso que le apasiona, pintar.

En entrevista para Cuarto Poder, Juan Manuel, narra cómo a temprana edad inició a pintar, sin embargo, pasaron los años y no pudo dedicarse totalmente. Luego de atravesar una fuerte crisis emocional, se refugió en el arte y a manera de terapia está en proceso de superarlo.

“A mi ya me gustaba pintar desde joven, cuando salí de la secundaria me gustaba pintar fui a alagunas clases con el maestro Filiberto (finado) y tuve nada más unas clases […] no sé qué me pasó, que me enfrié y lo dejé, de eso te estoy hablando de hace unos 25 o 30 años cuando dejé de pintar. Y de hecho apenas lo retomé, motivado por mi hijo que quiso entrar a estudiar al CUAAD (Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño) Artes Plásticas […] pero lo hago casi por terapia, porque cuando mi hijo no ingresó al CUAAD, yo me puse mal, me puse nervioso, tuve ansiedad y supe que esto me podía ayudar”, explicó Juan Manuel.

Con su regreso al mundo artístico, Juan Manuel comenzó a realizar trabajos para algunas personas, por los cuales empezó a cobrar. Sin embargo, aclara que su intención no fue hacerlo por negocio ya que resultaría complicado subsistir únicamente de ello, pero si de alguna manera obtener ingresos extras.

Plasma sus obras sobre casi cualquier material, óleo, madera, piedras y cualquier elemento que le inspire; particularmente tiene fascinación por las antigüedades y aunque no tengan una forma definida él tiene la capacidad de resaltar el arte en ellas.

No dispone de un taller o estudio privado, sino que comparte el espacio de su hogar con su esposa quien tiene un taller de costura, y el bullicio de la vida cotidiana. Anhela, algún día tener un espacio en el que sus ideas converjan y logren obras magistrales.

Administrar el tiempo

Juan Manuel, se dedica a la venta de tacos y desde que retomó sus actividades artísticas ha tenido que ser más diciplinado, pues el trabajo, labores domésticas, pintar y cuidar de si mismo son tareas igual de importantes.

“Es un proceso […] casi diario pinto de tres a cuatro horas. Anteriormente, dos o tres años atrás, pintaba en la noche, porque mi negocio es vender tacos, me desvelaba mucho y, para relajarme y que me diera sueño llegaba a sentarme y pintar; a veces me emocionaba y amanecía pintando, así es el amor que tengo por pintar […] pero las desveladas me empezaron a afectar e hice un cambio, sigo vendiendo tacos pero termino a las 11 de la noche, llego a mi casa a dormir y me levanto temprano voy a correr y hago ejercicio, y pinto, entonces en lugar de pintar tres horas, pinto hasta seis”.

Resplandor

Entre las obras expuestas se encuentra una que lleva por titulo Resplandor, dedicada e inspirada en su esposa, un acrílico a escala en el que tuvo que hacer modificaciones como, por ejemplo, colocarle zapatos en los pies o cambiar la orientación del rostro.

“Se me ocurrió pintarla porque […] se sentó mi esposa en un mueble y daba una luz muy bonita, le dije espérate, te ves bien ahí deja tomarte una foto, de hecho, le tomé varias e hice una composición. Ella no traía zapatos, yo se los inventé. Ella estaba volteando hacia otro lado y le hice el cambio de la cara hacia el resplandor y de hecho por eso le puse el nombre resplandor”, agrega que después de realizar esa pintura, algunas personas le han solicitado pintar fotografías del mismo tipo, inclusive fue un cambio para el mismo ya que se especializaba en paisajes.

ACTITUD estuvo expuesta en la Casa de la Cultura Zapotlanejo.

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