Por: Redacción|Cuarto Poder
En el Centro de Rehabilitación Guerra Cristiana AC están de manteles largos y es que se cumple más de una década brindando servicio a la comunidad, pero más que un servicio se trata del acompañamiento que necesitan personas a las que ciertas sustancias les han arrebatado su tranquilidad y provocados estragos en sus vidas. Para ellos y sus familias, se preparó un gran festejo por el décimo quinto aniversario.
Hace quince años, Antonio Robles tuvo la convicción de brindar la mano a quien más lo necesitara y así fue que a través del amor por el prójimo y la gracia de Dios, inició Guerra Cristiana A.C.
“Cumplimos quince años […] estamos maravillados con lo que Dios está haciendo”, mencionó Antonio Robles, al dar la bienvenida a los presentes.
En un festejo con invitados especiales quienes compartieron sus testimonios sobre cómo las adicciones afectaron sus vidas en ámbitos como lo familiar, laboral e incluso espiritual.
El primero de los invitados, en compartir su experiencia de vida fue Gerardo Villareal, abogado de profesión, y por cuestiones de la vida formó parte de uno de los grupos criminales más sanguinarios en la historia reciente de México. Sin embargo, algo le cambió la vida y comenzó a trabajar en beneficio de la población más vulnerable.
“A veces escuchamos hablar de centros de rehabilitación y creemos que nuca lo vamos a necesitar. Una vez una señora me preguntó – ¿cuánto tiempo va tardar mi hijo en salir de esto? – le dije no sé; llevo 20 años y voy empezando. A veces creemos que gente que tiene problemas de adicción provienen exclusivamente de familias disfuncionales, o son delincuentes, pero no nos percatamos que los primeros delincuentes se forman en el hogar”, dijo Gerardo Villareal, agregó que gracias al entorno violento en que vivía fue que tomó ciertas decisiones que lo llevaron ser considerado uno de los hombres más peligrosos del país.
Por otra parte, Israel Martines, programador de sistemas y músico profesional también habló sobre su experiencia y como en Guerra Cristiana A.C. encontró la paz y el amor que tanto necesitaba.
“Agradezco especialmente a la madrina Irene, y al Padrino Antonio por el programa en el cual yo estuve. Para mí fue decisivo, en donde Dios hizo un parteaguas de mi vida, me olvidé de todo mi pasado y comencé una vida nueva”, expresó Israel Martines.
El evento fue amenizado por el grupo de música cristiana “Cielos abiertos”, dirigido por Astrid. Al lugar se dieron cita 350 personas quienes disfrutaron de la música, expresaron su agradecimiento a Dios, todo sin ingerir una sola gota de bebidas embriagantes demostrando que las personas pueden divertirse sin necesidad de ingerir sustancias.
Finalmente, Antonio Robles agradeció por haber salido de un estilo de vida que pese a las dadivas económicas, también le generó un conflicto.
“Algo de lo más trascendente fue poder mostrar al mundo nuestra cultura cristiana […] en lugar de gritas ¡ajua!, gritamos ¡gloria a Dios! Sin duda fue maravilloso. Haber cumplido quince años fue algo grandioso, del cómo Dios me sacó de un centro nocturno”, concluyó.
