Rezago académico y salarial, consecuencias que dejó la pandemia para estudiantes mexicanos, señalan
Por: Ricardo H.G.
Tras dos años en que la pandemia de COVID-19 ocasionó la suspensión de múltiples actividades, entre ellas las clases presenciales en todos los niveles, finalmente los sistemas educativos retomaron las clases presenciales al 100 por ciento. Aunque, la Secretaría de Educación Jalisco emitió la orden del regreso presencial de forma obligatoria, el secretario del ramo, Juan Carlos Flores Miramontes, exhortó a no descuidar la salud y seguir con los protocolos sanitarios, principalmente el uso de cubre bocas.
Sin embargo, aunque el regreso parece estar de vuelta a la normalidad, el impacto de la pandemia es real y profundo, de acuerdo con especialistas. Una de las afectaciones fue en el ámbito de la salud mental tanto estudiantes como personal docente se vieron afectados en ese aspecto, que además golpeó a todos los niveles.
“Siempre he insistido que ese fue un tema que nos golpeó a todos y todas, en diferentes maneras por supuesto”, dijo la doctora Norma Alicia Ruvalcaba Romero, jefa del Departamento de Psicología Aplicada del Centro Universitario de Ciencias Sociales (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UDG).
“Por ejemplo, en mi caso que trabajo con niños, niñas y adolescentes no veo diferencia ¡eh! En general a todos nos hacía falta este regreso. Sí hay elementos que, insisto, se tendrá que echar a andar las estrategias de adaptación, de sensibilidad, el retorno a volver a sentirnos. Una pequeña nos contaba: “híjole, sí me da miedo, porque siento que en la calle nadie me veía, pero ahora que ya estoy de regreso todo ese asunto de volver a interactuar…” y sí habrá pequeños y pequeñas que estén con esa ansiedad, pero la adaptación está siendo rápida”, consideró Ruvalcaba.
Itzel es una estudiante de primer año de secundaria. Ella cursaba el quinto año de primaria cuando recibió la noticia de que, debido a la pandemia de COVID-19, cerrarían las escuelas y tuvo que estudiar dos años en casa antes de volver a un aula.
“Realmente fue muy impresionante porque siento que sexto no lo hice como tal, porque fue en línea y fue demasiado rápido, entonces fue como ¡wow!, ir a la secundaría tan rápido [..] fue un cambio muy drástico”, detalló y agregó que al principio del curso la profesora responsable del grupo, realizó una evaluación y trabajaron en aquellos temas que desconocían.
El hecho de no saber algunos temas, le generó preocupación y miedo, y considera que estudiar en línea fue un retroceso. “Pues realmente siento que fue como un retroceso porque no estábamos casi aprendiendo, veíamos los temas más esenciales y no aprendía realmente nada porque nada más hacía las tareas por hacerlas y por entregarlas”, dice Itzel.
Pero no solo los estudiantes han sufrido con situaciones emocionales y de salud mental, sino también las maestras y maestros. La doctora Norma Ruvalcaba explicó que, de acuerdo con un estudio realizado en septiembre del año pasado en el que ella participó, identificaron que la mayoría del personal docente dio muestras de mejora en cuanto su condición emocional, sin embargo, detectaron que otro grupo aún estaba afectado, específicamente quienes padecieron la muerte de algún familiar o ser querido durante la pandemia o los periodos de confinamiento.
Un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo en julio del 2021: “El impacto de la pandemia COVID-19: sus consecuencias educativas y laborales en largo plazo”, Reveló que hubo consecuencias en los ámbitos económico, social y educativo, en este último caso, en México 36.6 millones de alumnos se vieron afectados “por el cierre de escuelas; de estos, 68% se encuentra cursando estudios a nivel básico, 15% medio superior y 12% superior”, 87% de los estudiantes asistían a escuelas públicas y sólo 56% de los hogares tenían acceso a internet.
El mismo estudio reveló que la pérdida de aprendizaje se verá reflejada en el salario de esa generación de estudiantes, ya que el impacto fue de un 24% menos en conocimiento, de acuerdo con los parámetros de la prueba ENLACE.
El profesor Marco Antonio Paredes, coincidió en que veremos los estragos de la pandemia en próximos años, y mencionó que durante el periodo de confinamiento debió trabajar horas extras, que en su caso no le generó mayor conflicto, pero hubo dificultad a la hora de evaluar a los alumnos ya que no todos tenían acceso a las herramientas necesarias. Según el Banco Mundial, el retraso equivale a que un alumno de tercero de secundaria tenga aprendizaje equivalente a primero de secundaria.