Colocaron la primera piedra de lo que será un templo en la comunidad de San Roque, honrando uno de los últimos deseos de don Mauricio Nuño.
Por: Ricardo H.G.
En Zapotlanejo existen apellidos que hacen referencia a familias numerosas y de gran arraigo en la comunidad, una de ellas son los Nuño que desde hace tiempo realizan un encuentro anual donde se congregan las y los integrantes de este linaje que rebasa los 100 años de historia.
Este 2024 fue una reunión distinta, el pasado 22 de septiembre se cumplieron 136 años del natalicio de Mauricio Núño, adicionalmente las y los descendientes cumplieron con una de las últimas voluntades del finado Mauricio, construir una Iglesia en la comunidad de “San Roque”, para ello se colocó la primera piedra justo en el mismo predio donde yacen los vestigios de lo que alguna vez fuera una escuela.
Mauricio Nuño, nació un 22 de septiembre de 1888; contrajo nupcias con Erminia (finada) con quien procrearon 17 hijos, de los cuales aún viven dos Felipe de 94 años de edad y Emilia Nuño Sánchez de 95 años, quienes estuvieron presentes en el encuentro.
La tumba en que yace el matrimonio se ubica en el costado izquierdo del ingreso al cementerio municipal de Zapotlanejo, sitio al que la familia acudió para honrarles en dicho aniversario. Este 2024, se realizó la reunión número 36, encuentro al que han denominado como “Nuñada”.
Felipe Niño, fue uno de los organizadores de este año, él detalló algunos pormenores del aniversario.
“Es la primera nuñada que realizamos un 22 de septiembre, ¿por qué este día?, porque es el aniversario del natalicio de mi abuelo Mauricio […] la segunda razón, y la más importante, es que cuando muere en 1959, dejó un deseo para que aquí en San Roque, se edifique una escuela […] entonces varios años después, nuestra familia decidió donar esta hectárea a la Arquidiócesis de Guadalajara para que se construya un templo”, agregó que adicionalmente construirán un salón para reuniones, retiros, clases de catecismo y otro plantel educativo. En el sitio, permanece en pie la estructura de lo que fuera la antigua escuela y decidieron que se mantenga intacta como parte del proyecto.
De los 17 hijos del matrimonio, 14 se casaron y naturalmente procrearon una familia, promediando 10 hijos; de ahí que se conformó un grupo de cerca de 100 primos hermanos, más sobrinos, nietos y bisnietos, la familia suma bastantes integrantes.
“Hemos tratado de buscar nuestro origen. Mi primo Alfonso y yo que somos quienes más nos ha gustado la historia, encontramos que en 1950 un tal Josef Nuño llegó a este preciso lugar (San Roque) y parece indicar, no tenemos la evidencia exacta, que todos los Nuño del continente americano descienden de aquí. Vinieron, Nuño, desde España, Venezuela, Argentina, Chile, Estados Unidos, Canadá y de otros países han venido, tenemos primos regados prácticamente por todo el mundo”, explicó Felipe Nuño.
La primera reunión fue en 1988, en el marco del centenario del natalicio de Mauricio Nuño.