Por: Redacción|Cuarto Poder
Morena pretende llegar a una conciliación con Marcelo Ebrard. El nuevo propósito del partido de la Cuarta Transformación, es evitar que la impugnación en contra del proceso interno con el que seleccionaron anticipadamente a su candidata presidencial, llegue al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y complique de cara al 2024.
Hasta el pasado fin de semana, una semana después de que Ebrard interpuso la impugnación formal, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia aún no había determinado si aceptaría o no, la procedencia del recurso ya que buscan blindarse jurídicamente en procura de evitar que las autoridades electorales intervengan.
Fuentes consultadas por MILENIO, dijeron que la impugnación del excanciller recibirá un tratamiento especial, porque detectaron que “si se da un paso en falso” y no se logra una argumentación jurídica lo suficientemente fuerte para darle la vuelta al caso, podría complicarse en caso de llegar a la Sala Superior.
Las dificultades que implica la impugnación de Ebrard están apoyadas en que se trata de un caso inédito. En primer lugar, porque exige la nulidad del proceso de elección de la “coordinación de los trabajos de la defensa de la Cuarta Transformación”, cargo que no existía en el partido.
Una vez se creó para la etapa de la renovación presidencial, los estatutos y reglamentos de Morena no tienen regulación alguna que indique la ruta a seguir. Es más, los tiempos para dar respuesta están claros, ya que en cualquier impugnación se debe resolver la aceptación en un plazo máximo de cinco días, en este caso dicha prórroga ya se rebasó y aún no definen el primer paso.
La primera estrategia del partido de la 4T, era responder al ex canciller con los acuerdos del Consejo Nacional de Morena, que son inapelables por ser el máximo órgano de decisión. Sin embargo, con los documentos de las reglas del juego que él acató desde el primer momento, que leyó de viva voz aceptando y posteriormente firmó.
