Especialistas de la UdeG explicaron que Zapotlanejo es una zona donde las tormentas eléctricas y formación de chubascos son normales durante el temporal de lluvias. Además de la gran cantidad de agua factores como la deforestación y la alteración de los afluentes, entre otros, fueron los causantes de que se haya inundado en ciertos puntos del municipio.
Por: Ricardo H.G.
Hasta la fecha hay preguntas cuya respuesta no termina de convencer a la población afectada por la inundación del pasado 14 de agosto y al público en general: ¿qué pasó?, ¿por qué se inundó si días atrás también llovió fuerte? Y algunas otras más. La versión oficial es que hubo desbordamientos en algunas presas, una de ellas conocida como “La Tecata”, sumado claro, a la intensa lluvia; por lo que, en conclusión, fue una combinación de factores.
¿Lluvia atípica?
Desde la narrativa gubernamental y los medios de comunicación se utiliza la expresión “lluvia atípica” para definir lo acontecido e identificar una posible causa, además de mencionar que se trata de algo sin precedentes.
Si bien, en la memoria colectiva no hay registro de que algo similar haya ocurrido, especialistas en meteorología aseguran que, si hay antecedentes de lluvias intensas, pero habría que remontarse a varias décadas atrás, ¿entonces qué pasó?, Mauricio López Reyes, investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la UdeG, explicó que lo acontecido aquella madrugada fue algo normal en el temporal de lluvias.
“La semana pasada (5 al 11 de agosto) desde el Instituto de Astronomía y Meteorología estábamos avisando que sería una semana muy lluviosa en todo el Estado. Sabíamos por los modelos de pronóstico, al menos ocho modelos lo indicaban. Sabemos que la característica normal en nuestro estado es que las lluvias se presenten en forma de chubascos o tormentas eléctricas es decir que llueva una gran cantidad de agua en poco tiempo […] todos los años tenemos tormentas de gran intensidad. ¿Qué sucede? Que cuando caen en medio de la nada nadie se da cuenta, pero cuando esas tormentas ocurren en zonas pobladas y vulnerables, ocurre lo que hemos visto en las noticias: inundaciones, desbordamiento de ríos, encharcamientos y todas las consecuencias sociales […] ciertamente en Zapotlanejo ya se habían presentado algunas tormentas intensas y esto contribuye a que el suelo se sature, es decir, se llene de agua. Además, si le agregamos la deforestación, la plancha asfáltica y otras características propias del desarrollo humano disminuye la capacidad del suelo para retener agua”.
Agregó que los términos atípico y tromba son incorrectos para definir lo ocurrido en Zapotlanejo.
“Eso es lo que hasta este momento hemos visto, está descartado por completo que haya sido una tromba. Por ahí se maneja malamente el término tromba para hacer alusión a una tormenta muy fuerte, nada más equivocado; una tromba es un tornado que se forma sobre un cuerpo de agua y en este caso no hubo tornado, fue una tormenta muy intensa, eso sí, pero queda descartada la tromba desde el punto de vista meteorológico. Tampoco fue un ciclón tropical ni algo extraordinario, lo que sí es que la precipitación más intensa tocó puntualmente en una zona poblada”.
Por su parte, el investigador del Departamento de Geografía del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Luis Valdivia Ornelas explicó que los gobiernos deberían revisar sus proyectos de urbanización e infraestructura, además de replantear lo estipulado en los Atlas de Riesgo con el objetivo de mejorar las estrategias y evitar nuevos incidentes.
“Se hacen diagnósticos generales primero a nivel estatal, de hecho, nosotros colaboramos hace algunos años con la Unidad Estatal de Protección Civil para hacer el primer Atlas de Riesgo en el Estado. Entonces ahí básicamente la información que se pudo documentar fue un recuento histórico de los eventos más peligrosos que han sucedido en los últimos 100 años en Jalisco. Entonces identificamos cuáles son los municipios con mayor incidencia, eso en un primer momento y a en un segundo momento ya cuando empiezas a hacer un trabajo a nivel intra urbano, por ejemplo, a nivel metropolitano o en las cabeceras municipales ahí se necesita un trabajo más a detalle”.
Respecto a las acciones gubernamentales, dijo que no basta con simples campañas emergentes o preventivas.
“Pienso que tiene que ir acompañado de varias cosas, no solo apostar a políticas estructurales que tienen que ver con la creación y ampliación de la infraestructura hidráulica, por ejemplo, ampliar el canal, poner más bocas de tormenta, ampliar el colector. Eso no es suficiente, porque aparte no hay dinero […] entonces pienso que tendría que acompañarse de políticas de planeación y políticas de recuperar las condiciones hidrológicas del ciclo del agua en cuencas que han sido alteradas”.