Además del 50 aniversario como sacerdote, el Padre Gabriel Ramírez Quintana festejó su cumpleaños numero 78. El “Tata” estuvo en Zapotlanejo por más de 10 años, tiempo durante el cual diversos movimientos juveniles se fortalecieron.

Por: Ricardo H.G.

Para conmemorar sus bodas de oro sacerdotales, Gabriel Ramírez Quintana conocido por sus feligreses como “Tata”, visitó Zapotlanejo por invitación del Señor Cura Juan Manuel Ramírez, quien además se dio a la tarea de invitar a otros compañeros que compartieron aulas en el Seminario.

En una celebración solemne, el “Tata” Ramírez quien por cierto también tuvo la dicha de celebrar su cumpleaños numero 78, no pudo contener la emoción de regresar al lugar donde “mas plenamente” se desempeñó como sacerdote.

“No se imaginan el gozo que me han dado cuando me dijeron que me invitaban a darle gracias a Dios por mis 50 años, aquí en Zapotlanejo, un lugar donde realicé mi ministerio sacerdotal más plenamente. Y al mismo tiempo dar gracias por un año más de vida, hoy cumplo 78 años”, expresó el “Tata”.

Ordenado sacerdote un 28 de abril de 1973 en el municipio de Irapuato, Guanajuato. Comenzó su ministerio en Lázaro Cárdenas, Michoacán; y fue hasta 1984 que llegó a Zapotlanejo donde permaneció hasta 1997.

Durante los más de 10 años que estuvo en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, el “Tata” impulsó diversos movimientos y agrupaciones. Tuvo un arraigo especial entre la juventud, al impulsar y fortalecer la catequesis, la pastoral juvenil, pastoral de adolescentes y el Movimiento de Jornadas. En este último caso, Zapotlanejo se posicionó como uno de los más numerosos del país, por lo que “Tata” se convirtió en Asesor de zona; los encuentros que sostenía cada ocho días con jóvenes del municipio lograban reunir a cerca de mil personas.

Además, fue impulsor de la educación media superior, siendo fundador del Colegio Fray Pedro de Gante.

Sin embargo, nada es para siempre y el trabajo de un sacerdote es obedecer; en 1997 recibió la noticia por parte del Obispo Auxiliar Javier Navarro, que sería enviado a la Parroquia de San Francisco de Asís en el municipio de Tala.

“A mi me tocó darle la noticia del arzobispo que era lo que señalaba, sucede que yo soy el padre de la iglesia de San Francisco. Y lo mejor en algunos habitantes de Zapotlanejo quedó la ilusión de que yo quise cobijar a mi pueblo y desamparar a Zapotlanejo, pero no fue así”, mencionó Javier Navarro.

Por su parte, el Señor Cura Juan Manuel Ramírez, agradeció por haber aceptado la invitación de celebrar en Zapotlanejo su 50 aniversario, así mismo por la ardua labor que a la fecha sigue vigente.

“Gracias por su servicio de tantos años a la comunidad, indudablemente las huellas ahí están y ojalá sigan conservándose. Gracias por querer celebrar con nosotros el sacerdocio”, expresó Juan Manuel Ramírez.

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